THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

martes, 12 de abril de 2011

Esta España nuestra: La Albufera de Valencia

“Entre dos masas de carrizales, semejantes a las escolleras de un puerto, se veía una gran extensión de agua tersa, reluciente, de un azul blanquecino. Era el lluent, la verdadera Albufera”
El Parque natural de la Albufera
De este modo, comienza Blasco Ibáñez una de las múltiples descripciones que realizó sobre la Albufera de Valencia en su célebre novela “Cañas y barro”.
Para Blasco, la Albufera era un lugar incomparable, un tesoro de  los valencianos y de la humanidad. También así para el gobierno español que lo declaró Parque Natural en 1990, el mismo año en que, en la Conferencia de Ramsar, fue incorporado a la lista de zonas húmedas de importancia internacional.

El Parque Natural de la Albufera o La Albufera (Albufera, del árabe al-buhayra, "el pequeño mar") es un parque natural de la provincia de Valencia, en la Comunidad Valenciana, España. Fue también conocido por los romanos como Nacarum Stagnum y en algunos poemas árabes se le denomina Espejo del sol.
Vista aérea de la Albufera y zona de influencia
Este paraje de 21.120 ha. fue declarado parque natural por la Generalidad Valenciana el 23 de julio de 1986; se encuentra situado a unos 10 km al sur de la ciudad de Valencia. El parque natural comprende el sistema formado por la Albufera propiamente dicha, su entorno húmedo, y el cordón litoral adyacente a ambos.
Con fecha 23 de octubre de 1990 se aprobó el Plan Especial de Protección del Parque Natural  y el Decreto 96/1995, de 16 de mayo, aprobó el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de la Cuenca Hidrográfica de la Albufera. El 19 de noviembre de 2004 fue aprobado por el Consell de la Generalidad Valenciana el decreto 259/2004 por el que se establece el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de la Albufera.
En el año 1902, el escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez escribió la novela Cañas y barro, una novela ambientada en la Albufera de principios de siglo XX. La historia observa y retrata la realidad social del momento y el lugar con precisión absoluta, contando igualmente con matices costumbristas.
Caracterización de la Albufera
La Albufera de Valencia es una laguna costera somera (profundidad media de 1 m) situada en la costa mediterránea al sur de la ciudad de Valencia. Tiene una extensión de 23,94 Km², y está rodeada de 223 Km² de arrozales. Su cuenca hidrográfica tiene una extensión de 917,1 Km², que se extiende desde el nivel del mar hasta una altitud de unos 1.000 msnm. Está separada del mar por una estrecha barra litoral (restinga) arenosa con dunas estabilizadas por un bosque de pinos (Dehesa del Saler). La Albufera es una zona de paso para muchas especies de aves migratorias.
Su valor ecológico es muy grande ya que aquí se encuentran especies de gran valor ecológico en peligro de extinción, como el Fartet o el Samaruc. Además es una de las pocas Albuferas que se conservan en buen estado en la Comunidad Valenciana, cuya costa antiguamente estaba formada por una sucesión de albuferas y marjales. Hoy en día aún se pueden ver la sucesión de marjales en toda la costa valenciana, aunque de menor tamaño que la Albufera de Valencia, desde el marjal de Pego-Oliva, el marjal de Jaraco, el marjal de Rafalell y Vistabella en la pedanía valenciana de Rafalell y Vistabella, el marjal del moro en Puzol-Sagunto, o el marjal de Almenara, entre otros.
Municipios comprendidos en el Parque Natural
Vías de comunicación
Mapa accesos
La principal vía de acceso al parque es la autopista del Saler (V-15) que partiendo de Valencia atraviesa el parque de norte a sur hasta el Saler, donde esta autopista se prolonga en forma de carretera convencional hasta Sueca (CV-500), y en Las Palmeras enlaza con la carretera CV-502 que se dirige a Cullera. Otra vía de acceso a la zona norte del Parque Natural es la CV-401, la cual va de la zona comercial de Alfafar hasta la pedanía valenciana del Saler.
Al suroeste del Parque transcurre la N-332, la cual atraviesa el parque desde Sollana hasta Sueca, aunque en la actualidad se están llevando a cabo las obras para convertir esta carretera en la Autovía Valencia-Almería por la costa. También son importantes las autovías urbanas de la pista de Silla (V-31) y la circunvalación sur de Valencia (V-30), las cuales sirven de límite artificial al Parque.
Además de estas vías, hay que destacar que el Parque Natural de la Albufera, está atravesado por infinidad de caminos rurales y vías pecuarias, las cuales conectan las diversas zonas del Parque y los distintos núcleos urbanos de la zona.
Es importante destacar que el Parque Natural es atravesado por la zona oeste por la línea Valencia-Gandía de las cercanías de RENFE, y que en el lago también existen distintos puertos fluviales, como los de Catarroja, Tremolar, Silla y Sollana, así como embarcaderos en las pedanías de El Palmar y el Saler.
Historia
Edad Antigua
Al ocaso...
Levantase allí la ciudad de Cicana (Sueca) llamada así por los íberos a causa del próximo río que toma su nombre Sicano (el Júcar) y no lejos del desparramamiento de las aguas de éste, el río Turia rodea la ciudad de Valentia, mas por la parte en que la tierra se aparta del mar a larga distancia la zona ofrece a la vista sus espaldas llenas de malezas. Por allí vivían apacentando numerosos rebaños, los beribraces, gente bozal y feroz que alimentándose con leche y queso sustancioso vivían de forma cuasi salvaje a manera de fieras. Por detrás discurre la sierra Capasia con mucha elevación y aquellas playas desnudas de vegetación se extienden hasta los términos de la derruida Chersoneso. Junto a ellas se extiende el lago de las nácaras (la Albufera) y en medio de él se levanta una pequeña isla (la Montaña de los Santos) que produce olivos y por esta razón fue consagrada a Minerva.
Edad Media y Moderna
Durante la etapa islámica de la Península, el emir de Zaragoza, Mostahim, recibió la Albufera como premio por su alianza con el Cid para la toma de Valencia.
Bello atardecer mediterráneo
La pesca se reconoció legalmente desde el año 1250, cuando un grupo de habitantes del entonces poblado de Ruzafa (actualmente de Valencia) se trasladó e instaló en la isla de El Palmar para poder pescar de manera más sencilla y cómoda. Al tiempo, esta legalidad fue reconocida en las poblaciones de Silla y Catarroja. Jaime I quedó tan maravillado que decidió que "aunque en el Reino, se considerarán fuera del mismo y del término de la ciudad de Valencia, dejándolas anexionadas al Patrimonio del Príncipe"
En 1250, en Morella, tras haber sido incluido en los bienes de la Corona, se dictó un privilegio el 21 de enero, por el cual cualquiera podía pescar en el lago, con la condición de abonar una quinta parte.
Pueden encontrarse edictos sobre la Albufera con concesiones o ratificaciones de prácticamente todos los reyes, como Pedro I, Juan II, Alfonso II, Martín I, Fernando I, Carlos I, Felipe II y Felipe IV, entre otros.
En 1671 se prohibió la entrada en la Albufera, sus límites y la Dehesa. La descripción de la fauna demuestra que prácticamente se conservaba en todo su esplendor. Carlos III cambió nuevamente las ordenanzas y se comenzaron a arrendar los puestos de caza, reservando dos, Uchana y Rinconcito, para el Capitán General y cediendo dos días al año a quien quisiera cazar.
Edad Contemporánea
El mariscal Suchet, primer Duque de la Albufera
Al llegar el siglo XIX, se encontró una prueba de las condiciones que mantenía la Albufera y la impresión que causó en los invasores franceses; José Bonaparte, a petición propia, le concedió al Mariscal Suchet el título de Duque de la Albufera. Suchet fue el señor del lago y su entorno hasta 1818, cuando el rey Fernando VII recuperó el trono.
Fue a partir del segundo tercio del siglo XIX cuando el lago empezó a estrecharse debido a la práctica de enterrar el lago, para cultivar arroz especialmente. La fauna poco a poco se reducía al mismo ritmo, encontrándose ya únicamente caza menor.
El 12 de mayo de 1865 el lago y la Dehesa pasaron a ser propiedad del Estado, terminando con más de seis siglos de propiedad real. En 1911, tanto el lago como su Dehesa, pasan a ser propiedad de la ciudad de Valencia, para que todos los valencianos fueran propietarios de este espacio natural de gran valor ecológico, ambiental y paisajístico, aunque no lo fue definitivamente hasta 1927.
A mediados del siglo XX se realizó un proyecto para construir el aeropuerto de Valencia en el entorno de la Dehesa , y trasladar allí los vuelos que se realizaban en la Malvarrosa, pero finalmente, por problemas de cimentación se cambió de ubicación a la actual de Manises. Además de este proyecto, también se organizó, e incluso se comenzó, la construcción de una urbanización, con paseo marítimo e hipódromo incluidos, pero terminó paralizada, aunque hoy en día todavía puede verse su impacto en el entorno del Parque Natural.
Formación de la Albufera
El origen del lago de la Albufera se remonta a comienzos del Pleistoceno. Su formación es el resultado del cierre de una antigua bahía (formada como consecuencia del hundimiento de la llanura valenciana) por un amplio cordón litoral entre los ríos Júcar y Turia, es decir, entre Valencia y Cullera (unos 30 km). La separación definitiva entre la Albufera y el mar se dio durante la época romana. Entonces la superficie del lago era mucho mayor (en torno a 30.000 ha) pero con el paso de los años y debido al interés en obtener nuevas zonas de cultivo (especialmente de arroz) se ha ido colmatando, y por lo tanto, disminuyendo de tamaño hasta las 2.800 ha actuales.
Medio Natural
Clima
Su clima es mediterráneo, suave y húmedo. Su temperatura media es de 17,8 °C. Sus valores medios oscilan entre los 11,5 de enero y los 25,5 de agosto.
Las precipitaciones son de 454 mm al año. Suelen ser de gran intensidad y concentradas en otoño, fenómeno conocido como gota fría
Hidrografía
La cuenca vierte a la Albufera por diversos barrancos o ramblas. Los más importantes que llegan son:
  • La Rambla del Poyo (también conocido como barranco de Torrente, barranco de Masanasa o barranco de Chiva), cuya cuenca tiene 367,6 km² (el 40 % de la cuenca total).
  • El Barranco de Picassent (también conocido como barranco de Beniparrell).
  • El Barranco dels Algadins tiene una superficie de cuenca de 23 km², y la mayor parte de su cuenca está ubicada en el término municipal de Alginet, aunque también discurre por el término de Algemesí. Este barranco pierde la definición de su cauce en Algemesí, convirtiéndose en una acequia, la cual desagua en la Albufera.
Cañas y barro...
Aunque la Albufera tiene una cuenca hidrológica propia, la realidad es que ésta sólo proporciona una pequeña parte de las aportaciones acuíferas, mientras que la gran mayoría de las aguas llegan desde los ríos Júcar y Turia (en menor medida):
En este sentido, la Albufera es parte integrante del esquema hidrológico del río Júcar, pues recibe además por una red de sesenta y tres acequias el agua sobrante del riego. Estas acequias también recogen parte de los vertidos de aguas residuales de poblaciones de los alrededores, como El Romaní.
Las acequias de la Vega de Valencia toman las aguas del río Turia después de la Acequia Real de Moncada, aprovechando los últimos caudales, y dejando sus sobrantes y escorrentías para la acequia del Oro y los regadíos de Francos y Marjales de la Albufera de Valencia.
Además existen aportes de manantiales que surgen del fondo y de los alrededores de la laguna, cuyas aguas recoge también la red de acequias que cruzan los arrozales, así como las aguas procedentes de las depuradoras de Pinedo, Quart-Benagéber y Albufera Sur.
Las acequias
Desde la época romana y musulmana, la zona cuenta con una importante red de acequias y canales para el riego, entre las que cabe destacar las siguientes:
  • La Acequia Real del Júcar es el canal de riego que proporciona el agua a la mayor parte de las huertas y los arrozales situados en el entorno de la Albufera; su caudal medio en los periodos de riego es de 15 m³/s. Desagua indirectamente en la Albufera, ya que aporta su caudal sobrante a la Acequia de Favara, la cual sí desemboca directamente en el lago.
  • La Acequia Madre de Sueca da servicio a los arrozales de la zona sur de la Albufera; su caudal medio en los periodos de riego es de 13 m³/s .
  • La Acequia de Favara es una de las ocho acequias de la Vega de Valencia que están bajo la jurisdicción del Tribunal de las Aguas de Valencia. Su origen está en el río Turia, en el término municipal de Quart de Poblet. Riega las huertas y campos del margen derecho del antiguo río Turia dominados por esta acequia hasta la acequia de Rovella y los arrozales del noroeste de la Albufera de Valencia.
  • La Acequia del Oro es la última acequia de riego de la Huerta de Valencia, que da riego a las tierras del margen derecho del río Turia, comprendidas entre el cauce del río, al sur del mismo, y el mar Mediterráneo, en su mayor parte tierras del arrozal de la zona norte del Parque Natural de la Albufera.
Unidades ambientales y paisajísticas
La Dehesa del Saler
La Dehesa del Saler, situada en la amplia restinga que se extiende entre las desembocaduras del Turia y Júcar, forma parte de la primitiva flecha litoral que ocasionó el cierre de la Albufera de Valencia. Es en la actualidad uno de los fenómenos litorales más interesantes de la Península Ibérica, tanto por su extensión como por ser uno de los pocos medios sedimentarios palustres todavía funcionales.
Vegetación en la Dehesa del Saler
Un factor decisivo en la evolución de la costa, sería la deriva litoral, la cual sigue la dirección, predominantemente, Norte al Sur con intensidad suficiente como para arrastrar los sedimentos que aportan los ríos. La acción eólica también contribuye a la formación de dunas y a reforzar el espesor y la anchura de la restinga que separa el mar de lago. La restinga se ha formado en dos etapas: en la primera época se formó la parte del marjal y el campo de dunas más próximo a la Albufera; mientras que el campo de dunas marítimo y las playas se han formado posteriormente (desde la edad de bronce).
En origen, la Albufera se comunicaba con el mar por una o varias amplias bocas (golas en valenciano) que unas veces desaguarían las aguas continentales del lago, y otras darían paso a las aguas salobres del mar. Actualmente, la Albufera está conectada con el mar a través de 3 canales: la "gola de Puchol", la "gola del Perellonet" y la " gola del Perelló".
Las depresiones intradunares (malladas)
Entre los dos conjuntos dunares y puntualmente dentro de éstos, existen áreas deprimidas caracterizadas por sus suelos poco permeables y la presencia del nivel freático próximo a su superficie. Las malladas y saladares han sufrido procesos de degradación antrópica con aterramientos, desecaciones y drenajes que les han afectado de forma importante. Pese a esto, todavía quedan algunas malladas en buen estado y con una fauna y flora característica, incluyendo el fartet o el samaruc.
El marjal
Campos de arroz junto a la Albufera
El marjal son las tierras que anteriormente formaban parte del lago y que ahora están dedicadas al cultivo del arroz. Sus cerca de 14.000 hectáreas son el área más extensa del Parque, representando las zonas llanas inundables y formando un paisaje agrario con gran significado histórico en el contexto valenciano. Aunque se trata de un medio antropizado y sometido a un régimen de explotación intensiva, el arrozal constituye un hábitat imprescindible para el funcionamiento del sistema ecológico de la Albufera y una actividad económica tradicional de la población de la zona.
El arrozal confiere una clara estacionalidad a todo el sistema, con las alternancias de inundación/desecación de los campos y el crecimiento de la planta, que hacen variar considerablemente la extensión y características de la superficie inundada.
Los manantiales (ullals)
Detalle de un ullal o manantial
Los ullals son los manantiales que encontramos a lo largo del marjal de la Albufera. En estos manantiales hallamos fauna autóctona como el samarugo y el fartet, del mismo modo que hay vegetación, tanto acuática, como palustre y de ribera.
De este modo, los valores más importantes de los ullals son, la presencia de invertebrados endémicos del Parque, una vegetación acuática de agua dulce de las mejor conservadas en la península, ser el hábitat de varios peces en peligro de extinción, y ser la fuente principal de aguas limpias que desaguan al lago.
A lo largo de todo el marjal hay cerca de 50 manantiales, los cuales pueden estar en diversos estados de conservación. Algunos como el Ullal Gros (manantial grande), la Laguna del Samarugo o los Ullals de Senillera, estén en muy buen estado, y tienen poblaciones de especies vegetales y animales en peligro de extinción. Mientras que los manantiales que hayamos en los municipios de la Huerta Sur están muy degradados.
El lago
El lago se extiende a unos 10 kilómetros de la ciudad de Valencia hacia el sureste. Es el más grande del país, se encuentra separado del mar por un cordón dunar asentado por las raíces de una serie de pinos, adaptados a esta situación, y por una gran abundancia de matorral bajo. Antiguamente las aguas cristalinas permitía ver el fondo, y sus aguas eran consumidas sin problemas por los pescadores, especialmente en los "Ullals".
Vela latina en la Albufera
Aun hoy podemos disfrutar de las viejas barcas impulsadas antiguamente por velas latinas, por las llamadas "perchas" (palo alargado con el que el barquero impulsaba la embarcación apoyando en el suelo del lago) o remos, hoy con motor.
Actualmente el lago se ha reducido aproximadamente a un tercio de lo que era en el siglo XIX, cuando llegaba hasta Valencia, a la conocida como Cruz de la Conquista, y se extendía hasta Sueca, a un paraje llamado la "Montañeta de los Santos" (Montanyeta dels Sants). Ya a principios del siglo XX su superficie se había visto reducida a 7 por 6 kilómetros desde los 17 por 6 de 100 años antes. Afirmaba Pérez Escrich que en 1930 tenía 9 leguas de circunferencia.
Eso le permitía ser un eficaz medio de comunicación entre las distintas poblaciones y la capital, existiendo transportes regulares.
En 1909 Emilio Sarzo en su libro de caza acuática, la Albufera y la Calderería, cuenta que la profundidad era muy desigual, estando en algunos lugares las plantas acuáticas muy próximas a la superficie y en otros lugares existían 3 ó 4 brazas de profundidad. En la actualidad, la Albufera está en un período de colmatación, debido a los numerosos aportes que recibe de los barrancos de su parte oeste. Su profundidad media es de menos de medio metro, aunque en algunos puntos se pueden alcanzar varios metros.
El Monte
El Monte, aunque se halla escasamente representado, cabe resaltar los relieves de origen cretácico situados en el término de Cullera (El Cabezol y la Montaña de Les Raboses) y en el término de Sueca (Montañeta de los Santos).
El valor ambiental principal reside en su papel de hito paisajístico. El Monte representa un islote de vegetación arbórea de singular belleza en medio de la llanura homogénea del marjal, destacando en el horizonte desde cualquier rincón del Parque.
Ecología
Flora
Las especies vegetales que existen en la Devesa  se incluyen en las siguientes comunidades:
Fauna
El lago tiene gran diversidad de animales en su entorno. Aunque se pueden destacar algunas especies de peces , como el fartet y el samarugo, por ser dos especies de peces endémicas de la Comunidad Valenciana y la anguila, mújol y lubina por su importancia económica.
Aunque sin lugar a dudas este parque es conocido por la extraordinaria riqueza avícola que posee destacando entre las anátidas el pato colorado con hasta 10.000 ejemplares, la cuchara común con hasta 20.000 ejemplares o el ánade azulón.
También son destacables las colonias de garzas, pudiendo reseñar la garcilla bueyera, la garcilla cangrejera o la garza real.
La camallonga
Por último es reseñable la presencia de especies como el charrán común, el charrán patinegro, la cigüeñuela común, la cerceta pardilla o la gaviota.
Reservas del Samarugo
El Samarugo (Valencia hispánica) o Samaruc en valenciano, es un pez autóctono de la Comunidad Valenciana que está en peligro de extinción por la destrucción de su hábitat, por lo que se ha creado una serie de reservas en la que se cría a este pequeño pez. Las reservas, situadas en la zona del Parque Natural de la Albufera, están distribuidas por la zona de marjal del Parque, manantiales regenerados.
En estas reservas también se trata de recuperar otros organismos, como el nenúfar blanco; la utriculária, una planta carnívora; el trébol de cuatro hojas; la trencadalla, etc. Otras especies animales a recuperar son el fartet; la comilleja (mossegadoret) y la gamba gabacha. La principal reserva del Samarugo es el ullal artificial que se ha creado en el término municipal de Algemesí, en la Partida del Barranquet.
Actividades tradicionales
La caza
Millares de patos...
En las zonas con poca profundidad conocidas como "Alterons" es donde están situados los puestos de tiro, pues la caza es una de las actividades históricas de la zona. Algunos cronistas destacan que ya en época musulmana era una zona de caza real, y posteriormente, tras la conquista, paso a ser de titularidad de Jaime I y sus sucesores.
Tal era la riqueza de la zona comprendida entre el Grao de Valencia y Cullera, que según el botánico valenciano Cavanilles y otros cronistas de distintas épocas, abundaban los ciervos, jabalíes, cabras montesas, francolines, perdices, liebres, conejos, nutrias y hasta sesenta variedades de aves acuáticas, así como una enorme cantidad de peces. Como "Un rincón del Paraíso" lo definían a mediados del siglo XIII.
Los patos entre los cañizales
La cacería fuera de los límites del lago es relativamente reciente, teniendo como precedente la tirada anual que se celebraba en la Laguna de San Lorenzo de Cullera desde 1830; esta tirada se realizaba a finales de noviembre, prohibiéndose tirar desde el 1 de septiembre a fin de permitir que se recupere el número de aves en la zona.
Actualmente, se practica la caza en régimen de "vedados" en Sueca, Cullera y Silla, realizando ocho tiradas cada temporada en sábado, entre finales de noviembre y mediados de enero. Mención aparte merece el vedado de Sollana, ya que su importancia era mayor que el de Silla; sin embargo, ya no se realizan tiradas en él. Tradicionalmente, al finalizar las tiradas en los "vedados", se realizaban las "càbiles", en las que se cazaba durante ocho o diez días consecutivos y podía participar cualquier miembro de las sociedades de cazadores en su respectivo coto.
La estructura cinegética del Parque, los cotos de caza, cuenta con una superficie de arrozal de 13.259 hectáreas, de las que 4.201 corresponden a los "vedados". En la zona, el número de cazadores supera las 6.500 escopetas.
La pesca
El barquero y su percha
Los musulmanes ya explotaban la riqueza piscícola de la Albufera. A partir de la Reconquista, los diversos monarcas Aragoneses y Españoles propietarios de la Albufera también obtenían sus beneficios quedándose con la quinta parte de todo lo que se pescaba en el lago. En 1857 la actividad pesquera comienza a regularse de un modo más ordenado y acorde con los tiempos que corrían. Se firman los primeros tratados con las distintas cofradías pesqueras de la zona para conseguir que los tributos se pagaran en metálico y no en especies.
Hoy en día, como consecuencia de la excesiva explotación y contaminación de las aguas, la actividad pesquera únicamente se mantiene gracias a la liza. Las otras dos especies, anguila y lubina han ido desapareciendo progresivamente.
La agricultura
Cosechando el arroz
La Agricultura de la Albufera es fundamentalmente el arroz. La Albufera ha evolucionado juntamente a este cultivo ya desde tiempos incluso anteriores a Jaime I (ya que el arroz fue introducido por los árabes). En la Albufera, el cultivo del arroz ha sido prohibido y autorizado varias veces desde el siglo XV, ya que la necesidad de grandes áreas con aguas estancadas suponía un peligroso foco de infección para la población.
Arroz a punto de cosechar
El procedimiento empleado para elevar el nivel del terreno y ponerlo en cultivo consistía en realizar, en primer lugar una mota o margen de tierra que sobresalía del nivel del lago, delimitando la parcela del resto del lago. Posteriormente, se acarreaba mediante barcas (albuferencs) el barro hasta elevar lo suficiente el terreno en la parcela y hacerlo apto para el cultivo del arroz.
El arroz producido en el Parque Natural es casi en su totalidad del tipo denominado "redondo" o "bomba", fundamentalmente la variedad bahía.
Problemas medioambientales
La principal problemática del Parque Natural de La Albufera está comprendida, fundamentalmente, por las siguientes amenazas:
Un rincón
  • Contaminación de las aguas.
  • Perturbación del régimen hídrico, principalmente en relación con los manantiales.
  • El aterramiento del marjal.
  • El urbanismo en el sistema dunar.
  • La presión industrial entorno al parque, fundamentalmente en los municipios de la Huerta Sur y la ciudad de Valencia.
  • La caza en el parque.
  • Impactos por las infraestructuras.
  • El aumento de la presión turística y recreativa.
(De Wikipedia y otras fuentes)
.....
Más de un amigo, más de un lector, me ha reprochado en cierta forma que siendo como soy valenciano de nacimiento y morando toda mi vida en Valencia, no haya dedicado todavía un post a mi ciudad y sus maravillas naturales.
Las barcas esperan al pescador y al visitante
Habrá sido descuido, o falso recato, o tal vez consecuencia de restar importancia a lo que tenemos próximo, pero realmente constituye un lapsus imperdonable que en este blog no exista hasta el momento una información sobre la Albufera de Valencia, que es una de las maravillas naturales que adornan esta mediterránea ciudad española, capital de la naranja, del arroz, de las fallas, de la pólvora…
Así pues, nada mejor que dedicar unas líneas a nuestra Albufera.
Comenzaré por indicar que a la Albufera se puede acceder de mil maneras; mediante línea regular de autobuses, que en un cuarto de hora desplaza al visitante desde el centro de Valencia hasta cualquier punto del lago y sus enclaves; en automóvil, claro está; en bicicleta; a caballo; caminando (unos 10 kms.); y no solamente desde Valencia, sino desde cualquiera de las poblaciones limítrofes que se indican.
Paseando en la barca
Sea la que sea la época del año en que se visite la Albufera, siempre hallará el visitante preciosas vistas, en una armoniosa combinación de luces y colores; especial fragor de aguas, plantas; bellos sonidos y cantos de las aves pobladoras; y la frescura que desprende esta gran extensión de agua dulce.
Casi obligado resulta dar un paseo por el lago tomando una de las muchas barcas que, en parte a mano (mediante una “percha” o largo palo que impulsa desde el fondo), en parte a motor, recorren el lago, adentrándose por canales entre cañaverales y penetrando hasta recónditos refugios de aves. Los patos vuelan en derredor de la barca, y enhiestas en lo alto de las estacas que delimitan las diferentes zonas, se adornan las garzas y otras aves. Y mientras la barca se desliza silenciosa sobre las verdosas aguas, de vez en cuando salta en derredor de ella un pez, sea un samaruc, o una llisa (especie autóctona).
Un canal que rodea El Palmar
El barquero, además, procura ilustrar al visitante sobre algunos detalles del paisaje, respondiendo solícito cualquier pregunta.
Paella valenciana
Arroz a banda
Si delicioso resulta el paseo en barca, no menos atractivo es desplazarse a otros lugares de la Albufera, como la pedanía de El Palmar, que sigue siendo una isla (pues la rodean los canales de desagüe del lago y los que dan servicio de regadío a los campos de arroz), en la que todavía puede visitarse la iglesita y divisarse el lago y los arrozales, ya bastante ocultos por la multitud de restaurantes que inundan la población, aunque su exceso queda paliado por la posibilidad de degustar una típica comida valenciana, como un “all i pebre” (anguilas de la albufera con una salsa picante de pimentón y almendra, autóctona) o una “llisa” a la plancha, y especialmente una buena paella, que en este lugar puede gozarse en su especialidad genuina de carne (con pollo, pato, conejo y caracoles), aunque no hay problema alguno en comerla de mariscos o tomar el “arroz a banda” (esta especialidad es más propia de la zona de Alicante), o degustar un “arroz negro” –a base de chipirones y su negra tinta--; o un arroz de verduras… En fin, en la patria del arroz, la paella se antoja algo obligatorio en la comida.
Arroz negro
Y cerca de la Albufera, la bella zona de la Dehesa del Saler, actualmente bastante bien conservada, en la que unos espesos bosques de pinos y otras especies arbóreas brindan al expedicionario un agradable frescor para el descanso, que puede combinarse con un estupendo baño en las cálidas y limpias aguas de la extensa playa cercana.
No pretendo, ni mucho menos, efectuar una descripción exhaustiva, que casi se antoja imposible, sino llamar la atención al lector para que se interese por el lugar y lo incluya en la agenda de sus viajes y excursiones. Con seguridad le valdrá la pena buscar en Internet cualquiera de los múltiples enlaces publicados.
 “Como todas las tardes, la barca correo anunció su llegada a El Palmar con varios toques de bocina. El barquero. . . .”
Así comienza la famosa novela de Blasco Ibáñez “Cañas y barro”, genuinamente costumbrista sobre la vida y costumbres en la albufera valenciana. 
Y así concluyo.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

1 comentario:

  1. Magnífic i documentat estudi, Àngel, de l'indret emblemàtic dels voltants de València, que és l'Albufera.
    Enhorabona!

    Marc

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